Primero que nada comenzaré por definir lo que es; chisme y murmuración.
El chisme viene de «eisma», cuya raíz proviene del griego «schisma», que significa «corte», «rotura», «división». De aquí se ha definido el chisme como comentario, noticia o murmuración con intención directa o indirecta de disponer a unas personas contra otras. Es decir con el propósito de originar una división o ruptura.
La murmuración consiste en hablar de alguien de forma desfavorable – sin que la persona en cuestión esté presente.
El discurso negativo: en el contexto de este artículo se trata de todo aquel comentario repetitivo donde el objetivo principal es lamentarse, dolerse, protestar, demandar, reclamar, reprochar y autoproclamarse como victima. Lo que a la larga genera en las personas que lo dicen, escuchan y comentan sentimientos de inconformidad, contrariedad, ira, enojo, amargura, odio, violencia, rebelión, Etc.
Cada vez que las personas participan en cualquiera de las acciones definidas anteriormente, están generando en su vida grandes cantidades de obscuridad. Esta actividad tan propagada y tan común es generador de caos y de bloqueos espirituales profundos. Ya que una vez que se participa como emisor, receptor o simplemente como auditorio de tales discursos se genera una entidad negativa tan poderosa que bloquea toda la luz y las bendiciones a las cuales están destinadas las personas involucradas.
Muchos pensaran que esto no es con ellos y se consideran libres de responsabilidad, no se consideran tan malas personas, y sienten autocompasión, pero reflexionemos un momento; ¿cuantas veces hemos criticado, quejado o culpado al gobierno por cualquier cosas que suceda?, ¿cuantas veces nos hemos quejado el trafico del que va adelante del que va atrás, del de la moto, del que camina? ¿Cuantas veces en nuestro sitio de trabajo vamos de una oficina otra a cotillear sobre los compañeros de trabajo? Etc, etc..
Cada vez que abres tu boca y oído, te prestas para dar mas energía a estas conversaciones estas creando a tu alrededor una dura costra roñosa y putrefacta de negatividad que se hace muy difícil de limpiar. No estoy hablando si estas en lo cierto o no, no importa si lo que dices es verdad, si esta justificado, si es justo o no. ESO NO IMPORTA!!, cada vez que emites este tipo de comentarios estas abonando tu propio caos. Estas trayendo negatividad a tu vida, a la del que te escucha y a la de la persona que se encuentra ausente. ¿Sientes el peso de tus palabras ahora?
Así que de ahora en adelante, cada vez que vayas a hablar toma conciencia de tus palabras. Piensa con que intención lo dices y si eso genera bienestar o malestar, si crea o destruye. Recuerda que eres responsable de lo que dices y haces. En tus labios y en tus manos esta la posibilidad de construir el cambio que deseas
De ahora en adelante cuando escuches a alguien en actitud de chisme, murmuración o discurso negativo, trata de detenerla, no te prestes, asume el poder sobre la situación que te rodea y paraliza el avance de esta negatividad para que puedas permanecer conectado a tus bendiciones.