Saltar al contenido

Día 9

    Ahora que has graficado tus sueños y objetivos en tu Plan de Negocio para la Prosperidad, Kate Nowak tiene una pregunta muy importante que hacerte: ¿Si no logras nunca ninguno de los objetivos y sueños, serás feliz de notodas formas? Piénsalo. ¿Está tan atada tu idea de felicidad, a tus esperanzas y sueños que si no los obtienes, temes nunca poder sentir una felicidad verdadera? La razón por la que esta es una pregunta tan importante es porque la insatisfacción no solo evita que seas feliz, también evita que llegue a ti lo que crees que necesitas para ser feliz. Es una de esas grandes paradojas de la vida.

    Probablemente te has dado cuenta que como sociedad, nos hemos vuelto adictos a las gratificaciones instantáneas. Queremos lo que queremos cuando lo queremos. Nos hemos convertido en la sociedad del ―debo-tenerlo-ahora-mismo”, y cuando no obtenemos inmediatamente las cosas que queremos, generalmente nos desilusionamos. El problema es que la desilusión es una emoción que se agita fácilmente y la energía que emite no es muy atractiva. Es más, lo único que atrae exitosamente es más desilusión.

    Esto puede ser un gran problema en cuanto a las leyes de la energía y la consciencia. Realmente obtenemos en esta vida lo que pensamos la mayor parte del tiempo, entonces cuando dejamos que la tendencia dominante de nuestro enfoque se centre en lo que está mal en nuestra vida y lo que nos falta, esencialmente nos programamos para recibir más de lo mismo. Cuando decidimos que si no obtenemos lo que deseamos no podemos ser felices, nuestra desesperación no sólo aleja nuestros deseos, sino que nos hace sentirnos miserables durante el proceso.

    La clave, por lo tanto, es estar dispuesto a soltar. Al mismo tiempo que nos enfocamos en nuestros deseos, también debemos soltarlos. Si pensamos en ellos, debemos al mismo tiempo, separarnos del resultado esperado. Esto, por supuesto, suena más sencillo de lo que es realmente. A medida que pensamos soñamos y visualizamos lo que queremos, la idea de tenerlo se solidifica en nuestras mentes, y mientras lo va haciendo, nos encontramos estando más y más identificados con lo que queremos. Pronto, el ego se hace presente y como cualquier niño malcriado dice, “Si no me das esto, nunca seré feliz”. Y nos creemos la amenaza. Por el contrario, debemos tratar de no darle al ego la oportunidad de hacer demandas. Y la manera más sencilla de hacerlo es no dejando que nuestros sueños y objetivos nos definan. Simplemente persigue tus sueños por el hecho de ser sueños, no porque creas que ellos van a cambiarte.

    Lo más importante de desarrollar este tipo de actitud es esto: Al soltar tu imperioso deseo de obtener lo que sea, automáticamente abres la puerta para que entre en tu vida. Al estar dispuesto a dejarlo ir, tu enfoque se mueve de la desesperación a la paz. Entonces aquello con lo que sueñas, puede fluir más fácilmente en tu vida. Cuando llega, te ayuda a mejorar tu vida que ya es feliz, tu vida que es feliz porque así lo decidiste.

    Pensamiento del Día:
    “¿Sabes que he encontrado lo que se necesita para ser feliz? Sencillamente aceptar lo que es. ¿No es algo elegante? No hay nada más que decir en realidad” –Neale Donald Walsh, Conversaciones con Dios

    Afirmación del Día: 
    “Suelto la desesperación y me relajo con paz, alegría y amor ahora mismo.”

     

    Acción del Día:

    1. Continúa haciéndote preguntas y cambiando tus pensamientos y creencias a medida que te des cuentas de los que te limitan, y dedica tiempo también a entregarte a la felicidad.
    2. Lee de nuevo tu Plan de Negocio para la Prosperidad. 
    3. Coloca tu cuota de dinero del día de hoy en tu contenedor y lee la afirmación que está en el contenedor tres veces.
    4. Bendice a la persona o personas en tu lista de bendiciones. Imagínalos felices con sus vidas así como tú lo estás en la vida que acabas de crear en tu Plan de Negocio para la Prosperidad.
    5. Piensa en alguna persona difícil que esté presente en tu vida o que te haya causado problemas en el pasado. Encuentra un lugar callado y toma unos minutos para acallar tu mente y para entrar en un sentimiento de conectarte con tu Espíritu Interno. Ahora piensa en esa persona difícil e imagina a esa persona como un niño chiquito, entre los tres y los seis años de edad. Mira profundamente sus ojos y observa el dolor y el enojo que reside en ellos. Todo lo que este niño quiere es tu amor y tu compasión. Eso es realmente todo lo que él o ella han querido. Estira tus brazos y abrázalo, deja que este pequeño niño sepa cuánto lo quieres, cuánto te importa. Confórtalo y déjale saber a ese pequeño que siempre estarás aquí para ayudarlo. Has esto hasta que sientas que las añoranzas del niño decrecen y sientes que su pequeño cuerpecito se llena de paz y amor. Ahora, envuelve esta imagen mental en amor, colócala en tu corazón e imagina que tu corazón se llena de una luz brillante que crece y se expande hasta que toca cada esquina del Universo. Siente el calor que esta luz de amor le proporciona al centro de tu corazón, y concientízate de una nueva sensación de suavidad y generosidad que te cubre. Este pequeño niño ahora está en el medio de todo ese amor que tienes dentro de ti. Ahora siente ese amor fluir de tu corazón al corazón del individuo como está en realidad al día de hoy. Ya sea en voz alta o mentalmente, di, “Que seas bendecido” y siente que en cierto nivel esta persona escucha tu bendición y se reconforta instantáneamente por ello.*Inhala profundamente, suelta la imagen y regresa al tiempo presente. Tu bendición ha sido enviada.

    Medita:  “Hay tanto amor en mi corazón que yo puedo sanar al mundo”

    La frase del día: “Algunas experiencias son fáciles de soltar y algunas las tenemos que cincelar, hasta que repentinamente un día nos sueltan y se disuelven.” Louise Hay

    *El ejercicio del día de hoy y la afirmación fueron tomados o adaptados del libro de Louise Hay “Tu Puedes Sanar Tu Vida”.