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Día 32 

    Ocasionalmente, cuando los cambios positivos que deseamos no suceden tan rápido como pensamos que debieran suceder, nos asustamos y nos encontramos cegados momentáneamente, imposibilitados para ver la causa del miedo que nos aprisiona. Se mantiene sobre nosotros como una tormenta obscura y premonitoria, con apariencia monstruosa. Tenemos que dejar de ver la tormenta por completo antes de que podamos ver la luz en el horizonte, pero a veces nos quedamos tan atrapados en las amenazas que no pensamos en ver hacia otro lado hasta que perdemos toda la esperanza. Entonces nos damos cuenta de que no era la dificultad, sino nuestro miedo, lo que nos mantenía atrapados. En cualquier momento que ocurre una crisis, tenemos una elección.

    Podemos temblar de miedo y temor, o podemos aceptar que hemos atraído esta experiencia a nosotros para cosechar la auto-consciencia. Al elegir lo segundo, entramos en el sufrimiento que causa la crisis el tiempo suficiente para desenmascararlo. No huimos, ni metemos la cabeza en la arena, ni corremos como locos en todas direcciones buscando la solución. Sencillamente dejamos que la crisis sea lo que realmente es: una oportunidad para soltar tanto la ilusión como el dolor que la crisis nos causa. La siguiente vez que surja una dificultad en tu vida, recuerda primero que no hay nada que no puedas superar. Nada. No importa que tan difícil Entonces acepta el problema de la misma manera que aceptarías un regalo. No es tan difícil como suena, especialmente cuando te recuerdes que el problema nunca es el enemigo que pensamos que es, sino una guía inconscientemente atraída para regresarnos a nuestro camino.

    Cuando permitimos que las dificultades entren en nuestras vidas para cumplir su objetivo; cuando nos relajamos, soltando el miedo y reconociendo que la experiencia completa, sin importar cuan deprimente y desalentadora sea, es una bendición con disfraz; cuando confrontamos nuestro sufrimiento con aceptación y lo consideramos como algo bueno, entonces algo impresionante comienza a suceder. La ilusión del sufrimiento se disuelve y en su lugar nos deja un regalo precioso: El regalo de una vida libre de problemas y llena de prosperidad.

     Pensamiento del Día: 

    “¿Cuántas veces nos perdemos de bendiciones porque no están empacadas como las esperamos?” — Autor Desconocido

    Afirmación del Día:
    “La vida siempre trabaja a mi favor.” 

     

    Culpabilidad de tener o no tener.Esto se refiere a que muchas personas no desean lo suficiente. Se conforman con sus vidas, con su economía, con sus carencias. Creen que “desear” o “desear mucho” no esta bien. Cuando no se tienen deseos no puedes esperar recibir. ¡Así de simple!

    La culpabilidad no esta en desear o tener dinero en abundancia; la culpabilidad radica cuando nunca das o compartes con los demás de lo que tú tienes. Puedes tener un flamante Jaguar ultimo modelo y estar frente a un grupo de gente en absoluta pobreza y no sentirte mal, si has cumplido con tu misión de dar. Cuando sientes que ya lo tienes todo, la LUZ o esa energía superior no te van a dar más. Tienes que desear, desear todos los días, desear más cada vez, desear y pedir más. Muchas veces en nuestras vidas, nos tiene que llegar algún suceso que nos deja sin nada, para sacudirnos y despertar en nosotros “el deseo”.Apreciar todo lo que tienes ,te dará mas energia cosmica para merecer mas.

    Me gusta la sensación de libertad que siento cuando me quito la pesada capa de críticas, miedo, culpa, resentimiento y vergüenza. Entonces puedo perdonarme a mi y perdonar a los demás.

    Eso nos deja libres a todos….

    Renuncio a darle vueltas y más vueltas a los viejos problemas. Me niego a seguir viviendo en el pasado. Me perdono por haber llevado esa carga durante tanto tiempo, por no haber sabido amarme a mí ni amar a los demás. Cada persona es responsable de su comportamiento, y lo que da, la vida se lo devuelve. Así pues, no necesito castigar a nadie, todos estamos sometidos a las leyes de nuestra propia conciencia, yo también. Continúo con mi trabajo de limpiar las partes negativas de mi mente y dar entrada al amor.

    Entonces me curo.

    No hace falta saber cómo perdonar. Basta estar dispuesto a hacerlo, del cómo ya se ocupará el universo.

    Louise Hay.

    Acción del Día: 

    1. Lee nuevamente tu Plan de Negocio para la Prosperidad y las once cosas de tu lista de Agradecimientos.
    2. Coloca tu cuota de dinero del día de hoy en tu contenedor y lee la afirmación que está en el contenedor tres veces. Espera recibir algo en regreso. 
    3. Bendice a todos los que están a tu alrededor, incluyendo a los otros participantes en este experimento. Imagina como aquellos a quienes bendices prosperan y se rodean del bien. Entonces bendícete a ti mismo e imagina lo mismo. Puedes continuar bendiciendo a la persona o personas en tu lista de bendiciones.