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Día 31 

    Un joven descubrió un gran diamante en bruto mientras buscaba en una mina de diamantes en Arkansas, y con ansias le llevó la piedra a un experto para obtener la evaluación. “Yo creo que si lo cortan como es debido, este diamante puede llegar a ser de tres quilates en tamaño y de una calidad perfecta,” le dijo al experto al enseñarle la piedra. “Pero conozco muy poco. ¿Me podría decir si estoy en lo correcto o no?”  El experto en gemas estudió el diamante en bruto unos minutos y entonces le pidió al joven que fuera a la biblioteca para investigar lo más que pudiera acerca de los diamantes. El joven hizo lo que se le pidió, regresando unas cuantas horas más tarde para reportar que había hecho lo pedido.

    “¿Aun crees que el diamante es perfecto?” le preguntó el experto. “¡Más que nunca!” le contestó el joven. “Entonces puedo decirte que tienes la razón. Tu diamante en efecto muestra las características de un espécimen casi perfecto, y después de cortarlo, debería de pesar alrededor de los tres quilates.” El joven estaba intrigado. “Entonces ¿porqué no me dijo esto en lugar de pedirme que fuera a la biblioteca?” “Porque necesitas confiar en tu propio juicio,” le dijo el experto, “no en el mío. Ya sea que hablemos de gemas o de tu propia vida, deberías de escuchar lo que te dice tu instinto, y no depender de lo que los demás te digan. No vayas por la vida esperando que alguien te diga lo que necesitas saber. Mejor conviértete en tu propio experto.” El joven pensó un momento sobre lo que el hombre le había dicho y se sonrió. Comenzó a comprender que lo que tenía dentro de el era mucho más valioso que el diamante que tenía en su mano.

    Durante los siguientes 30 días vamos a meternos en las profundidades de la mina de nuestra naturaleza, derribando cada barrera y bloqueo para sacar, cortar y pulir el diamante en bruto que es la consciencia. En el camino, conocerás a algunos “expertos” que compartirán varias técnicas para derribar cualquier resistencia a la prosperidad que tengas. Pero lo que le gustaría a Kate que te llevaras del mensaje del día de hoy es el entendimiento de que ningún experto puede ayudarte tanto como tú te puedes ayudar a ti mismo. Ahora mismo tienes un diamante bruto en el pensamiento. A medida que reconozcas tu ser interior, tus pensamientos limitados, tus miedos inútiles y tus sentimientos de falta de valía, entonces los podrás eliminar, revelando la faceta de tu naturaleza más positiva y fuerte, y permitiendo que la luz que hay dentro de ti brille.

    Para poder realmente brillar, esa luz debe ser primero alimentada. Esto se logra por medio de la lectura concienzuda, discutiendo tus pensamientos ypreguntas con personassimilares a ti, y creciendo gradualmente a ser auto-consciente. Ahora mismo, el diamante dentro de ti está comenzando a brillar. Cuando menos has probado que te puedes mantener y eso te pone adelante de muchos otros. Ya eres un ganador. Pero no te engañes pensando que ya que llegaste tan lejos, puedes bajar la guardia. Todo lo contrario. Ahora ha llegado el momento de buscar una recompensa aun mayor.

    Durante los siguientes 60 días, te pido que hagas un esfuerzo adicional con el Experimento de la Prosperidad. De este punto en adelante, no te quedes en el intento. Ahora es el momento de profundizar en ti y agarrarte de esa firmeza sagrada que ni siquiera sabías que tenías: la tienes. Ahora es el momento de usarla. Este es tu segundo viento: el momento de empujar y negarte a dejar que algo o alguien te detenga. Este es el momento del ahora o nunca. Pero no te preocupes. No estás solo. Están tus compañeros en este experimento de la prosperidad que están listos para apoyarte si lo necesitas, y a cambio, encontrarás a otros que necesitan el apoyo que solo tú les puedes dar.

    También encontrarás inspiración en los mensajes diarios. Para eso están aquí. Si no tienes el tiempo de leerlos a diario, imprímelos y léelos cuando puedas. Pero sí léelos. No porque los escribió Kate, sino porque están diseñados para ayudarte a salir de los momentos difíciles. Y sobre todo, aprende a conocerte mejor. Tu Ser Interior es tu mayor y mejor experto. Pero antes de que puedas tomar ventaja de tu sabiduría interior, debes querer conocer esa parte de ti y de conocerla bien. Solo con conocimiento puedes llegar a confiar en ti por completo. Cuando eliges el camino fácil, dejando que los demás piensen por ti, entonces acabarás haciendo todo de la manera más difícil. Cuando somos valientes para elegir el camino difícil, el camino que se ve como el más difícil, el más imposible a seguir, el camino que depende de nuestra conexión con nuestro interior, pero entonces suceden cosas maravillosas. Encontraremos que hemos tomado el mejor camino.

    Pensamiento del Día: 
    “Si aplicáramos un poco de estrés al principio, después haríamos el resto fácilmente y con alegría.” — Thomas á Kempis

    Afirmación del Día:
    “Es hora de brillar.”

    EL VERDADERO VALOR DEL ANILLO 
    Un joven concurrió a un sabio en busca de ayuda.
    – Vengo, maestro, porque me siento tan poca cosa que no tengo fuerzas para hacer nada. Me dicen que no sirvo, que no hago nada bien, que soy torpe y bastante tonto. ¿Cómo puedo mejorar maestro? ¿Qué puedo hacer para que me valoren más?
    El maestro, sin mirarlo, le dijo:
    – ¡Cuánto lo siento muchacho, no puedo ayudarte, debo resolver primero mis propios problemas. Quizás después… Si quisieras ayudarme tú a mí, yo podría resolver este tema con más rapidez y después tal vez te pueda ayudar.
    – E… encantado, maestro -titubeó el joven pero sintió que otra vez era desvalorizado y sus necesidades postergadas-.
    – Bien -asintió el maestro-. Se quitó un anillo que llevaba en el dedo pequeño de la mano izquierda y dándoselo al muchacho agregó: Toma el caballo que está allí afuera y cabalga hasta el mercado. Debo vender este anillo para pagar una deuda. Es necesario que obtengas por él la mayor suma posible, pero no aceptes menos de una moneda de oro. Vete y regresa con esa moneda lo más rápido que puedas.
    El joven tomó el anillo y partió. Apenas llegó, empezó a ofrecer el anillo a los mercaderes. Estos lo miraban con algún interés hasta que el joven decía lo que pretendía por el anillo. Cuando el joven mencionaba la moneda de oro, algunos reían, otros le daban vuelta la cara y sólo un viejito fue tan
    amable como para tomarse la molestia de explicarle que una moneda de oro era muy valiosa para entregarla a cambio de un anillo. En afán de ayudar, alguien le ofreció una moneda de plata y un cacharro de cobre, pero el joven tenía instrucciones de no aceptar menos de una moneda de oro, así que rechazó la oferta.
    Después de ofrecer su joya a toda persona que se cruzaba en el mercado –más de cien personas- y abatido por su fracaso, montó su caballo y regresó.
    ¡Cuánto hubiese deseado el joven tener él mismo esa moneda de oro! Podría habérsela entregado al maestro para liberarlo de su preocupación y recibir entonces su consejo y su ayuda.
    – Maestro -dijo- lo siento, no es posible conseguir lo que me pediste. Quizás pudiera conseguir 2 ó 3 monedas de plata, pero no creo que yo pueda engañar a nadie respecto del verdadero valor del anillo.
    – ¡Qué importante lo que dijiste, joven amigo! -contestó sonriente el maestro-. Debemos saber primero el verdadero valor del anillo. Vuelve a montar y vete al joyero. ¿Quién mejor que él para saberlo? Dile que 
    quisieras vender el anillo y pregúntale cuánto da por él. Pero no importa lo
    que ofrezca, no se lo vendas. Vuelve aquí con mi anillo. 
    El joven volvió a cabalgar. El joyero examinó el anillo a la luz del candil, lo miró con su lupa, lo pesó y luego le dijo:
    – Dile al maestro, muchacho, que si lo quiere vender ya, no puedo darle más que 58 monedas de oro por su anillo.
    – ¿¿¿¿58 monedas???? -exclamó el joven-.
    – Sí, -replicó el joyero-. Yo sé que con tiempo podríamos obtener por él cerca de 70 monedas, pero no sé… Si la venta es urgente…
    El joven corrió emocionado a casa del maestro a contarle lo sucedido.
    – Siéntate -dijo el maestro después de escucharlo-. Tú eres como este anillo: una joya única y valiosa. Y como tal, sólo puede evaluarte verdaderamente un experto. ¿Qué haces por la vida pretendiendo que cualquiera descubra tu verdadero valor? Y diciendo esto, volvió a ponerse el anillo en el dedo pequeño de su mano izquierda. 

    Conciencia de desprecio o falta de aprecio. Esto se refiere a cuando no entendemos que cada centavo tiene un propósito.  Cuando se gasta sin consciencia. Cuando se utiliza el dinero de manera irracional. Si no sabemos apreciar el dinero, no nos va a llegar más dinero. Esta es una ley de la energía cósmica. Por eso muchas veces nos enteramos de personas que se ganan la lotería y al cabo de poco tiempo, lo pierden todo. O los hijos de empresarios que después de algunos años de heredar la compañía de sus padres, terminan quebrados. En ambos casos, estas personas no entendieron el valor y el propósito que tenia el dinero.

    Las personas tienden a rezar más cuando están en problemas. Sin importar cuán evolucionados espiritualmente pensemos que somos, todos hacemos esto de alguna manera. Cuando las cosas salen mal, comenzamos a reexaminar nuestra vida. Decidimos comenzar a hacer que cada día valga la pena, a compartir más con nuestros seres queridos y a dedicarnos a una vida guiada por los principios espirituales. Esto es a lo que mi padre y maestro, el Rav Berg, frecuentemente se referiría como Espiritualidad Reactiva. De hecho, puede que sea la Espiritualidad Reactiva lo que te trajo a un camino espiritual en primer lugar. Quizás atravesabas un periodo difícil y necesitabas alguna guía, o quizás sentiste algún vacío, un anhelo por algo más. Eventualmente, para permanecer en un camino espiritual es esencial hacer el cambio hacia la Espiritualidad Proactiva. No tenemos que esperar a que las cosas salgan mal en nuestra vida para empujarnos a cambiar. No necesitamos las llamadas de atención para comenzar a tomar acciones. No queremos una vida de subidas y bajadas, de días buenos y días malos, de elevaciones extremas seguidas de caídas aparatosas. Es 100% posible que cada día sea un poco mejor que el anterior, que seamos un poco más fuertes de lo que éramos ayer y que estemos un poco más cerca de la realización plena.

    Cuando las cosas salen bien para nosotros, podemos utilizar esa energía y enfocarla en hacer cosas buenas para los demás. Cuando la vida resulta genial, es el momento en el que más queremos comprometernos con el cambio y con el crecimiento personal, salir de nuestra zona de comodidad y amar a nuestro prójimo de manera más incondicional.

    Yehuda Berg.

     

    La Acción del Día: 

    1.  Lee nuevamente tu Plan de Negocio para la Prosperidad y las once cosas de tu lista de Agradecimientos. 
    2.  Coloca tu cuota de dinero del día de hoy en tu contenedor y lee la afirmación que está en el contenedor tres veces. Espera recibir algo en regreso. 
    3. Bendice a todos los que están a tu alrededor, incluyendo a los otros participantes en este experimento. Imagina como aquellos a quienes bendices prosperan y se rodean del bien. Entonces bendícete a ti mismo e imagina lo mismo. Puedes continuar bendiciendo a la persona o personas en tu lista de bendiciones.