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Día 27 

    Habiendo dado un paso más hacia el camino de la Prosperidad, la mayoría de nosotros espera que nuestra nueva vida próspera llegue corriendo en una sola experiencia sorprendente. Vivimos en términos de sorpresas, esperando estar inmersos de repente en una avalancha de abundancia.

    ¿Sucede así? Ocasionalmente, sí, pero no generalmente. Y eso es por una muy buena razón. Las sorpresas en cuanto a la prosperidad tienden a distorsionarse, frecuentemente acarreando tanto malestar como confort y tantas preguntas como respuestas. Pregúntale a cualquier persona que se haya ganado la lotería y entenderás que las sorpresas pueden ser tan dolorosas como el dolor que estamos tratando de evitar ahora.

    Cada problema que tienes, cada falta de algo y cada limitante, tiene una razón de ser o no estaría presente en tu vida. Esperar que estas experiencias se desvanezcan de repente sin que se revele la razón es como esperar que no disfrutes de lo bueno que cada buena experiencia trae consigo; es como que te hagan trampa. En lugar de desear que desaparezcan rápidamente, lo cual es una forma de resistencia, nos va mejor si simplemente preguntamos de qué cosa buena vienen acompañadas.

    No necesitas erradicar estos problemas o limitantes, sino que necesitas un nuevo entendimiento. Si la prosperidad entrara corriendo, te privaría de ese entendimiento y te dejaría sin preparación. Y la prosperidad nunca se queda por mucho tiempo en donde no se haya preparado un lugar con amor para ella.

    Por lo tanto, es más sencillo que la prosperidad llegue suavemente y sin fanfarrias, como una brisa suave; es mejor que llegue gradualmente, pero de manera consistente. Así, en lugar de vernos con una gran abundancia a la que no estamos acostumbrados, nos damos cuenta un día de que hemos crecido fácilmente y sin esfuerzo a una nueva vida abundante.

    Por supuesto, invita la prosperidad a tu vida y hazlo a diario. Pero no esperes que se apresure ya que probablemente, esto no sucederá. Esto requeriría de un brinco cuántico de tu conciencia y muy pocos de nosotros estamos preparados para estos brincos mentales a través del tiempo y el espacio. Mejor confía en que la prosperidad está fluyendo hacia tu vida como debería: en el tiempo y la forma que más te beneficiará. Ahora mismo, mientras lees esto, la prosperidad está entrando en tu vida, como una gentil melodía. Escucha y puede ser que escuches su canción. Pero debes de buscar escuchar un susurro, no un rugido. Y sobre todo debes de confiar en que está fluyendo hacia ti en una forma divina.

    Pensamiento del Día:
    “Hay magnificencia y opulencia en la vida. Frecuentemente es indetectable y espera que la descubras en cada ambiente donde existes.” –Anthony Norvelle, de Una Vida Magnífica

     Afirmación del Día:
    “Una nueva vida próspera fluye hacia mi de manera perfecta en el momento 

    Te Bendeciré y en ti Serán benditas las Familias de La tierra. Génesis 12:2

    Durante esta época mantén en mente Las Cuatro Leyes de la Bendición de Dios.

    1. PRIMERA LEY. Nuestras bendiciones deben fluir a otros. La Biblia nos enseña que cuando somos bendecidos no es solo para que nosotros nos sintamos bien, felices y confortables, también es para que bendigamos a otros.

    Cuando Dios bendijo a Abraham en Génesis 12 le dijo: “ Te bendeciré y tú serás de bendición a otros”.

    Esta es la primera ley de la Bendición…y es que a Bendición debe fluir.

    1. SEGUNDA LEY. Cuando Nosotros Bendecimos a otros, Dios tomará cuidado de nuestras necesidades. Eso lo promete Dios.

    El se encargará de nuestras necesidades. No hay nada que Dios no hará a favor de aquel que ayuda a otros. De hecho,

    Dios garantiza esta bendición. Lucas 18 dice: “Les garantizo esto. Quien da alguna cosa para el Reino de Dios ciertamente recibirá muchas veces más en esta vida y la Vida eterna en el mundo venidero”

    Cuando usted se preocupa por ayudar a otros, Dios asume la responsabilidad de tus problemas y eso es una bendición real, porque él sabe manejar tus dificultades más de lo que tu puedes.

    1. TERCERA LEY. Nuestras Bendiciones compartidas con otros retornan a nosotros.

    Mientras más bendices a otros, mientras más ayudas a otros, más bendiciones de Dios vienen sobre ti. Lucas 6:38 dice : “ Dad y Se os dará , medida buena”. Acá nos dice que no simplemente se nos dará de regreso sino con bono extra y bendición extra. Usted no le puede ganar a Dios.

    Mientras más trata usted de bendecir a otros alrededor tuyo, Dios entonces dirá: Voy a derramar más bendiciones sobre ti. Vamos a jugar un pequeño juego. Veamos quien de los dos da más. Mientras tú bendices a otros yo me encargaré de retornar sobre ti la bendición”.

    1. CUARTA LEY. Cuando Dios te retorna la Bendición, Dios espera que de la misma manera bendigas a otros otra vez..

    Jesús dijo en Lucas 12 que a quién mucho se le da, mucho se le exige. Al recibir de Dios nuestra responsabilidad es más grande.

    Basándonos en las bendiciones que ya has recibido hasta hoy. Qué es lo que crees que Dios espera de ti?

    Rick Warren

    La Acción del Día: 

    1. Lee nuevamente tu Plan de Negocio para la Prosperidad y las diez cosas de tu lista de Agradecimientos. 
    2. Coloca tu cuota de dinero del día de hoy en tu contenedor y lee la afirmación que está en el contenedor tres veces. Espera recibir algo en regreso. 
    3. Bendice a todos los que están a tu alrededor, incluyendo a los otros participantes en este experimento. Imagina como aquellos a quienes bendices prosperan y se rodean del bien. Entonces bendícete a ti mismo e imagina lo mismo. Puedes continuar bendiciendo a la persona o personas en tu lista de bendiciones.
    4.  Hoy harás un Círculo de Bendiciones y bendecirás a tu mundo en una meditación.

    “Cuando dejo que brille mi luz interior, bendigo mi mundo”

    “Los significantes problemas que enfrentamos hoy no pueden ser resueltos con el mismo tipo de pensamiento que los creó”. Albert Einstein