Saltar al contenido

Día 77 

    ¿Cómo te sientes con el dinero que tienes ahora mismo? ¿Estás contento con la cantidad y das las gracias por ello? ¿O lo ves como poco, sintiéndote resentido por la carencia y lamentándote por no tener suficiente? ¿Administras bien el dinero que tienes? ¿En cualquier momento, puedes decir cuántos pesos tienes y dónde están? Mas importante, ¿tienes una idea real de cuánto necesitas? ¿Mantienes un presupuesto mensual, sabiendo consistentemente no solo cuánto tienes que gastar, sino cuánto puedes gastar? Si es así, ¿ahorras algún porcentaje de tu dinero? Si es así, ¿das un diezmo, y/o das un porcentaje de tus ingresos a los que son menos afortunados que tu? Cuando llegan los cobros, ¿agradeces que han confiado en que puedes manejar una deuda o ves cada cobro como una forma de mantenerte alejado de tener lo suficiente? Por el contrario, ¿cuando llega un exceso de dinero en la forma de regalo, un bono o un golpe de suerte, te sientes cómodo teniéndolo, o te urge gastarlo, deshacerte de él de inmediato?

    La manera como te sientes del dinero que tienes ahora en tu vida dice mucho de la manera en la que vas a manejar el dinero en el futuro. Si no te sientes cómodo con el dinero ahora, tampoco lo estarás después. Si parece que nunca tienes suficiente, es muy probable que estés sintiendo una insuficiencia emocional, también. El concientizarte y revisar esas emociones limitantes afectará la manera en la que el dinero fluye en tu vida. A lo largo del experimento de la prosperidad, hemos estado tratando de cambiar tu relación interna con el dinero. Ahora ha llegado el momento de que consideres cambiar tus sentimientos acerca del dinero en un nivel más físico.

    Cualquier padre sabe que un hijo no pude ser cuidado adecuadamente si se le ignora. Para que un hijo florezca y crezca, requiere amor y atención. El dinero en tu vida es muy parecido a un hijo que ha sido colocado bajo tu cuidado. Como ya discutimos, es energía. Vibra a cierta frecuencia y lo atraes o lo repeles de acuerdo a tu vibración energética. Si lo ignoras, lo desdeñas, lo temes, piensas en el sólo en términos de carencia y limitación – pensando que ―nunca hay suficiente‖ – o no estás dispuesto a cuidarlo adecuadamente, lo vas a alejar. Si por el contrario, lo cuidas, lo distribuyes sabiamente, y conscientemente buscas formas de ponerlo a trabajar a tu favor, entonces atraerás más. Como un hijo bien cuidado, florecerá y crecerá. El cuidar el dinero apropiadamente es algo que planeas hacer una vez que hayas prosperado. Si deseas prosperar, debes de comenzar a cuidar desde ahora. No importa cuánto dinero tengas ahora, el entender y atender tus necesidades financieras de una manera consciente ahora mismo es una manera práctica de comenzar inmediatamente a moverte hacia una vida más abundante.

    Puede ser que tengas registros financieros excelentes y si es así, felicidades. Sin embargo, si tienes dificultades económicas actualmente, es muy probable que no solo no tengas buenos registros, sino que la idea de comenzar a llevarlos te hace sentir incómodo. El solo pensar en tomar el control de una condición que puede ser que esté completamente fuera de control puede crear una barrera inmediata entre tú y tu zona de confort. El tener poco puede ser que no sea muy cómodo, pero la idea de tomar el control de lo poco puede sentirse como algo imposible de lograr.

    La mejor manera de tomar el control de tu actual situación financiera es comenzando a escribirlo. Los programas de control de dinero como “Quicken” (gratuito) son muy buenos para controlar tu situación financiera, y si es posible, te recomiendo seriamente que comiences a utilizar un programa así. Sin embargo, si no es posible, no te preocupes. Será suficiente un pequeño cuaderno, parecido al del 10% que comenzaste a llevar tiempo atrás. Tenlo contigo todo el tiempo y comprométete a registrar todos tus ingresos y tus gastos a diario. La manera más rápida de controlar tus finanzas es escribiéndolo todo. Necesitas saber dónde estás antes de que puedas tomar decisiones serias acerca de tus finanzas.

    Durante estos últimos días, escribe todos tus gastos en tu cuaderno. Dedica algunas páginas del cuaderno a diversas categorías como son casa, seguros, salud, alimentos, servicios (luz, agua y teléfono), diversiones y misceláneos, y escribe el artículo y la cantidad en la hoja apropiada, manteniendo una suma de los gastos. Al final, tendrás una mejor idea de a dónde va tu dinero, pero como un beneficio adicional, quizá notes una reducción en tus compras impulsivas. El comprar una cosa impulsivamente es una cosa. Pero el comprar algo sabiendo que lo vas a documentar y sumar, te da una nueva consciencia hacia este proceso que a veces actúa como un inhibidor. (Por favor no pienses que estoy en contra de gastar el dinero. No hay nada malo con gastar el dinero, especialmente si utilizas tu cuaderno del 10% con cada gasto. Pero los gastos impulsivos frecuentemente indican un temor interno o emocional que necesita ser atendido, y el usar tu cuaderno para anotar tales gastos, te servirá de barómetro no solo para lo que gastas, sino cómo lo gastas y qué áreas muestran una batalla interna que necesita atenderse.)

    Al registrar tus gastos diarios, también préstale atención a tus emociones a medida que sumas y restas. Para los que no están acostumbrados a llevar registros financieros, este puede ser un proceso desalentador y puede ser que te sientas tentado a dejarlo muchas veces. Resiste, recordándote con frecuencia que al hacer esto, tomas el control de tu futuro financiero. Comprométete a hacer este cambio positivo de documentar como fluye hacia dentro y hacia afuera de tu vida el dinero. No puedes saber si te sirve o no un hábito a menos de que sepas exactamente qué hábito es. Esto te dará un mucho mejor entendimiento de los hábitos del dinero.

    Pensamiento del Día: 
    ―El hablar del dinero nos hace sentir incómodos. A veces hasta nos sentimos confusos por querer ganar dinero. Quizá asociamos el estar interesados en el dinero con el tipo de gente que sólo está interesada en el dinero… Y ciertamente, nosotros no somos así.‖ — Rhonda Abrams

     Afirmación del Día: 
    ―Me siento cómodo pensando acerca de, trabajando con y negociando con mi dinero

    Acción del Día: 

    1. Lee tu Plan de Negocio para la Prosperidad y las once cosas de tu lista de agradecimientos. 
    2. Toma un momento para pararte firmemente con un brazo alzado hacia el cielo, el puño firme como si te estuvieras agarrando de la mano de Dios. Ahora, ya sea verbal o mentalmente repite “Con Dios por Testigo declaro: hoy SOY poderoso, hoy SOY valiente, hoy SOY fuerte, hoy ESTOY libre de miedos, hoy TRIUNFO en todo lo que hago, hoy PROSPERO y VIVO cada momento de este día abrazando mi verdadera naturaleza, SIENDO la persona que estoy destinada a ser. ESTA ES MI VERDAD.” Nota: Lleva siempre en tu bolsa o cartera la tarjeta que escribiste con estas líneas para que la puedas leer cuando sientas dudas o cuando tengas miedo. Y como antes, cada vez que repitas esta afirmación, repite las palabras con la mayor emoción y sentimiento posible, dedicándole cuando menos un minuto a imaginar cada aspecto de tu vida como lo quieres. 
    3. Coloca tu cuota de dinero del día de hoy en tu contenedor y lee la afirmación que está en el contenedor tres veces. Espera recibir algo en regreso. 
    4. Bendice a todos los que están a tu alrededor, incluyendo a los otros participantes en este experimento. Imagina como aquellos a quienes bendices prosperan y se rodean del bien. Entonces bendícete a ti mismo e imagina lo mismo. Puedes continuar bendiciendo a la persona o personas en tu lista de bendiciones.
    5. Lee todas las bendiciones que recibes. Tus bendiciones están haciendo una diferencia. El leer las respuestas te dará la oportunidad de verlo por ti mismo.
    6. Tienes tres días para el siguiente ejercicio 😀 Disfrutalo

     

    Existe una línea muy tenue entre lo que realmente te es útil y necesario y lo que no lo es. Desde
    luego. Entre más útiles son las cosas, más se justifica el poseerlas, pues de alguna manera
    podemos decir que las cosas son más bien medios que fines, de acuerdo con su mayor utilidad
    para la realización de nuestro Ser. Y al hablar de utilidad no descartamos las cosas o medios que
    pueden ser útiles para nuestra diversión, siempre y cuando estos medios se orienten hacia la
    realización del Ser a través de la diversión adecuada. y tengan una justificación en términos de
    costo, beneficio y frecuencia de uso.
    De otra forma, estos medios de diversión se convierten en preocupaciones y angustias:
    consciente o inconscientemente nos crean más problemas que las satisfacciones que nos
    proporcionan. Debido a ello mucha gente que posee gran cantidad de cosas para su diversión,
    termina hastiada de ellas. Un caso extremo es la familia que posee una casa en la playa, pero
    raramente la ocupa. Quienes en realidad lo hacen son los amigos. Los dueños, cansados de
    sostener esta situación, de todos modos no se deciden a deshacerse de la propiedad debido a las
    escasas ocasiones en que disfrutan la casa; es obvio que esto representa más un problema que
    una satisfacción. Vemos, entonces. cómo la filosofía del Tener como medio, siempre y cuando se
    justifique, no se establece por justicia social sino por autoconveniencia. Sin embargo,
    curiosamente, al aplicar esta filosofía, la justicia social podría darse con mayor naturalidad, ya
    que cuando la gente no trata de poseer por poseer, está más abierta a cooperar con los demás. Si
    la gente se deshiciera de sus pertenencias inútiles, posiblemente tendría dinero de sobra para
    ayudar a los demás y obtener a cambio una vida más feliz y menos egoísta.
    Resulta ideal para todos no tener cosas arrumbadas que carecen de un uso específico. Hay que
    deshacerse de ellas de inmediato, pues representan un desperdicio. Es mejor venderlas o
    regaladas con el objeto de que alguien las emplee en forma provechosa. No atesoremos cosas por
    el hecho de atesorar. No debemos permitir que la flojera o un cierto sentimentalismo nos hagan
    guardar cosas inútiles. pues en el fondo, nuestra mente carga con ellas en forma inconsciente
    como un inventario inservible. al que sin saberlo le estamos dedicando parte de nuestra atención.
    Un ejemplo de lo anterior son los guardarropas de algunas personas que acumulan prendas de
    vestir por años y años; sus dueños nunca van a usarlas, pero ni las venden ni las regalan: les
    duele deshacerse de ellas. No hay como tener sólo aquellas que necesitamos o vamos a usar;
    esto se refiere a todos los campos: ropa, vehículos, propiedades, etcétera. Es muy grande la
    sensación de bienestar y de alegría que se experimenta cuando se sabe que sólo se tiene lo que se
    usa y lo que se necesita. Desde luego esto no implica que no podamos tener, por ejemplo,
    nuestros ahorros invertidos en un banco para cuando se presente un imprevisto o nos hagan falta.
    O lo que un empresario pueda conservar acciones de compañías como inversión o como medio
    de realización de su Ser, y no con el simple fin de tenerlas.

    Te propongo a continuación el siguiente ejercicio. Si puedes hacerlo en este momento, mejor
    aún. Ve a tu clóset; ahí, de pie frente a él, analiza cada una de las cosas que hay y recuerda
    cuánto tiempo hace que no las usas. Es probable que te sorprendas de la cantidad de objetos que
    guardas y que no te son de ninguna utilidad. Toma tu tiempo para sacar lo que no uses y regálalo
    o véndelo. Sentirás un descanso y un alivio difíciles de explicar. Deshacerte de tu inventario in-
    servible será como si recobraras energías, como si te quitaras un peso de encima.
    En la medida en que lleves esto a cabo con cosas más importantes, te sentirás todavía más
    ligero y libre. Te sugiero que tomes tu tiempo y hagas una lista -inventario de todo lo que posees,
    sin llegar al extremo detalle. Una vez terminada la lista, procede a evaluarla y decide cuáles de
    esas cosas ya no te son verdaderamente necesarias. Traza un plan adecuado para deshacerte de
    ellas. No dejes correr el tiempo, actúa de inmediato y hazlo. Pueden ser cosas de todo tipo: ropa,
    aparatos domésticos, libros, utensilios de cocina, muebles, vehículos, propiedades… Te sentirás
    mejor en todos sentidos.
    Una parte significativa del Tener es el matrimonio, que se ubica en este renglón porque al
    morir no te llevarás contigo a tu compañero. Tal vez sea tuyo su recuerdo, ya que no poseemos a
    la persona, sólo nuestra relación con ella. Por lo tanto, no pertenece al Ser y, como no es una
    actividad, tampoco corresponde al Hacer.
    A mí me gusta pensar en el matrimonio como dos personas que deciden recorrer y compartir
    el mismo camino juntos, gozando mutuamente de su compañía mientras alcanzan su meta
    común.
    Es como si los dos hubieran decidido en forma individual e independiente que quieren ir de la
    ciudad de México a la ciudad de Nueva York por carretera. Como ambos decidieron ir a Nueva
    York por carretera y además se caen bien y se agradan, optan por irse juntos en el mismo
    automóvil. De esa forma el uno tiene al otro, pero no como posesión en el sentido de ser dueño
    de aquél, sino como poseedor de su compañía.
    En el matrimonio se supone que ambos decidieron ir hacia el Ser por el mismo camino.
    uniendo así sus vidas en el tiempo para viajar juntos hacia su destino. Pero. ¿qué sucede cuando
    después de algún tiempo uno de los dos decide cambiar su destino o meta en lo que se refiere al
    Ser? Digamos que a medio camino uno de los dos determina que ya no quiere ir a Nueva York si-
    no a Los Angeles. En este caso es probable que ocurra una de tres posibilidades:
    1) el primero convence al otro de ir a Los Angeles;
    2) el segundo convence al primero de seguir hacia Nueva York;
    3) los compañeros de viaje terminan separándose, ya sea discutiéndolo en forma razonada e
    inteligente, o bien, debido a los pleitos y fricciones que surgen en el camino. Seguir juntos la
    travesía se volverá una situación insostenible, el viaje se hará insoportable aunque sigan
    queriéndose mucho, ya que apenas uno de los dos se distraiga un poco, el otro intentará desviar
    el rumbo. En cambio cuando los dos persiguen la misma meta o el mismo destino, ambos
    viajeros se complementan y enriquecen mutuamente. Mientras uno maneja, el otro ve el mapa y
    se preocupa por guiarlo y advertirle de cualquier peligro. Lo mismo sucede en la vida real
    cuando los dos tienen idéntica meta en el Ser, de forma que la comunicación es preciosa y las
    fricciones son mínimas, pues lo que le conviene a uno también le va bien al otro. Sin embargo,
    cuando las metas se separan la comunicación se interrumpe: lo que a uno beneficia, daña al otro

    y viceversa. A la larga los miembros de esta pareja deberán identificarse en sus metas o apartarse
    el uno del otro, ya que pueden violentarse y perderse el respeto, lo cual resultaría dañino y
    desgastante.
    Cuando comienzan a surgir las discusiones y los pleitos, lo importante es analizar si en el
    fondo se está presentando este cambio de metas o si desde un principio no existía afinidad en los
    objetivos finales.
    Estos momentos son ideales para reestablecer acuerdos sobre los objetivos finales o asignarlos
    por primera vez, si aún no se había hecho. En la mayoría de los casos los esposos ignoran qué es
    lo que les esta pasando como pareja, pues muchos de ellos ni siquiera saben quiénes son ni qué
    quieren como individuos. Cómo van a tener clara la meta del Ser en común si no han logrado ver
    con nitidez ni su propia meta individual. Viene la separación y cada uno de los cónyuges
    considera que el vacío que siente se debe a su compañero. Más adelante se darán cuenta de que
    el vacío es peor, pues en ocasiones no logran encontrarse consigo mismos, afectados a la
    creencia de que el problema es externo, cuando la mayoría de las veces está dentro de uno mismo
    por falta de metas precisas, especialmente en el Ser, y por la confusión del Ser con el Tener.
    Cuántas parejas hay que se casan por amor, pero sin conocer realmente los ideales y las metas
    del Ser de cada uno. El resultado es que uno va hacia un lugar y su compañero hacia otro
    diferente. La mayor parte de las veces estas personas ni siquiera llegan a darse cuenta de lo que
    sucede hasta que tienen que optar por la separación, aun a pesar de haberse amado y de ser
    compatibles en educación, religión, intereses y muchas cosas más.
    Un fenómeno frecuente que se observa en nuestros días es que las mujeres cambien
    inconscientemente de objetivos, una vez que sus hijos llegan a la adolescencia y de alguna
    manera se independizan psicológicamente. Esto le deja más tiempo libre a la madre y permite
    que afloren en ella nuevas inquietudes existenciales que quizá nunca antes había teñido, al menos
    con esa intensidad. La mujer, entonces, vuelve los ojos hacia su interior y desarrolla
    preocupaciones y deseos nuevos. Es curioso que en muchas ocasiones esta situación de la mujer
    coincide con la época en que el hombre está más concentrado en su trabajo y en sus logros
    materiales. Obviamente los caminos se bifurcan: la mujer trata de desarrollar su Ser y el hombre
    se dedica por completo al Tener. Desde luego todo esto ocurre a nivel inconsciente. Para el
    marido la nueva situación representa un cambio imprevisto de las leyes del juego, una
    metamorfosis de la mujer que le es difícil asimilar. En muchas ocasiones, por más que trata, el
    hombre no logra comprender las nuevas inquietudes de su mujer; piensa que ya no es la misma o
    que está un poco trastornada. Estas situaciones han causado gran cantidad de separaciones y
    divorcios en la actualidad. Creo que muchos de ellos podrían evitarse si la mujer intentara
    explicarle al hombre sus nuevas inquietudes, si lo hiciera participar en ellas, crecer a su lado y no
    dejarlo atrás. Del mismo modo el hombre debería mostrar apertura, ser receptivo y evitar
    actitudes prepotentes.
    Hemos insistido antes y lo hacemos ahora nuevamente en que la planeación debe hacerse en
    completa soledad. Sin embargo, una vez concluida, deberá comentarse con la pareja para pedir su
    opinión y saber si ambos llevan el mismo camino. Es indispensable que al final los dos estén por
    completo de acuerdo con el objetivo del Ser de ambos. Esto no significa que en el Hacer y tal
    vez en el Tener no puedan presentar algunas discrepancias. Es posible que así suceda, lo
    necesario en estos casos es que exista respeto hacia ellas. Pero, insistimos, es fundamental que

    matrimonial y familiar. Hazlo con detenimiento y concentración. En seguida, coméntalos con tu
    pareja y con tus hijos, en el caso de que estén ya en edad de poder comprender de qué se trata.
    De esta forma, todos juntos acordarán y aprobarán los objetivos y podrán dirigirse así hacia las
    mismas metas. Esto resulta fundamental para lograr la armonía familiar.
    Llevar a cabo tu planeación en forma adecuada, comenzando por la definición de tus
    objetivos, muy probablemente cambiará en forma significativa el rumbo de tu vida. Te hará ver
    con mayor claridad las cosas y te ayudará a ser más consciente de que tú naciste para dominar las
    circunstancias; que Dios te dio la capacidad para usar todo lo que tienes a tu alrededor y para
    hacerte de los medios que te permitan realizarte como Ser. Es probable que descubras que no
    apareciste por accidente o por casualidad en esta vida, en este mundo, sino que tienes una misión
    y un propósito para estar aquí. Date a ti mismo una oportunidad. No dejes que tu vida se vuelva
    un incendio que no lograste sofocar por falta de tiempo. Haz una pausa, reflexiona y define. Más
    vale detenerse a pensar y planear, que intentar apagar desesperadamente árbol por árbol y ser
    consumido por las llamas.

    ambos objetivos sean compatibles en el Ser, de preferencia, iguales. Por compatibles entendemos
    que si uno de los cónyuges se dirige a Nueva York y el otro a Nueva Jersey, la mayor parte del
    camino sería exactamente el mismo para los dos, aunque el destino final difiriera en unos cuantos
    kilómetros. Lo anterior significa que ambos podrán hacer juntos el viaje casi hasta el final.
    Recordemos que los signos del enamoramiento en el matrimonio pueden cambiar o
    transformarse con los años. Pero la armonía, el placer de la compañía, el respeto, el cariño y
    muchas cosas más no se terminarán si hay afinidad en los caracteres y en las metas. Todos los
    factores que fortalecen la armonía de una pareja, son quizá a lo largo del matrimonio lo más
    importante para sostenerlo. Es fundamental que te cuestiones, si eres casado, sobre qué bases
    descansa tu matrimonio.
    · . ¿Tienen los dos una meta común en el Ser? LRA… 
    · . ¿Han comentado y discutido estas metas? LRA…
    · . ¿Qué tan claro tienen su camino? LRA…
    · . ¿Tiene ya cada uno su plan de vida? LRA…
    · . ¿Coinciden sus planes de vida? LRA…
    Aprovecha la ocasión para acercar más aún tus metas a las de tu pareja.
    Hablemos ahora de nuestros hijos. Nosotros no somos sus dueños, pero tenemos un vínculo
    muy estrecho con ellos. Lo que poseemos de ellos es su compañía, un estrecho nexo familiar y la
    responsabilidad de guiarlos y educarlos para que avancen por sí mismos y logren salir adelante
    en la vida. Sin duda alguna nuestra relación con ellos contribuirá a la realización de nuestro Ser,
    pues la relación en sí. el esfuerzo, la paciencia, la comprensión y el amor requeridos en nuestra
    labor de padres, así como la enorme satisfacción que significa verlos crecer y salir adelante, son
    uno de nuestros máximos logros como seres humanos. De esta manera, cuando nuestros hijos
    tengan capacidad propia para elegir lo que quieren Ser, Hacer y Tener, habremos avanzado
    enormemente en la realización de nuestro propio Ser. no obstante que esto signifique dejarlos vo-
    lar y perder en parte su compañía.
    Como padres somos nosotros quienes marcamos con nuestro ejemplo y nuestros principios la
    pauta del Ser de nuestros hijos, En cierta forma. trazamos los esquemas que guiarán sus
    pensamientos.
    Por eso, si tienes hijos, define hacia dónde los quieres conducir. Guíalos desde pequeños hacia
    las metas del Ser; no permitas que se desvíen hacia el Tener como prioridad. Vigila que desde
    niños crezcan en su Ser. Cuida mucho el ejemplo que les das, recuerda que tú eres su patrón de
    conducta.
    Gibrán Jalil Gibrán decía: “Los padres son los arcos que impulsan y dan dirección. y los hijos
    son las flechas que una vez libres vuelan por sí mismas pero sin olvidar de dónde salieron”, Es
    importante que estemos atentos: no es posible tener las flechas pegadas al arco durante toda la
    vida; no debemos confundir el tener una relación con nuestros hijos con el ser dueños de ellos.
    Anota en tu plan de vida los objetivos a corto, mediano y largo plazo para tu relación

    Epílogo
    En una playa solitaria, hace algunos años, examiné y cambié mis objetivos. De entre ellos nació
    la idea de escribir un libro.
    Un libro que hablara sobre la necesidad de que el hombre reconsiderara el camino de su vida;
    un libro que ayudara a ceñir las velas. a empuñar el timón y a apresurar el rumbo, dejando a su
    paso una estela recta, testigo de una travesía definida y clara. Un libro que contribuyera a
    convertir en mariposas las orugas. Un libro que devolviera la libertad y la ilusión por la vida.
    Hoy te doy las gracias por todo eso, porque al tomarte el tiempo para pensar y tener coraje
    para cambiar tu vida. me ayudas a mí a crecer como Ser y como hombre al lograr uno de mis
    más grandes objetivos; uno que sólo con tu realización puede obtener la suya propia.
    Quiero felicitarte por todo el esfuerzo que has hecho a lo largo de nuestro trayecto. Espero que
    hayas descubierto aspectos nuevos de tu persona y sobre todo que sientas que partes con el pleno
    control de tu vida y de tus circunstancias. Deseo igualmente que tu perspectiva de hoy sea
    diferente y positiva en grado sumo.
    Te pido que revises tus conclusiones en forma periódica; entre más frecuentemente, mejor.
    Asimismo, te sugiero que a partir de hoy lleves a cabo la revisión completa de tu plan de vida,
    cuando menos una vez al año. Para ello intenta establecer una fecha anual e instituirla como tu
    viaje de planeación. Procura no cambiarla nunca.