Saltar al contenido

Día 68 

    Como hemos ya discutido, la prosperidad no se trata de dinero. Sin importar los ingresos que tengamos o no, cada uno de nosotros podemos desarrollar una experiencia de verdadera prosperidad. Esto es porque el ser próspero no es una manifestación física, es un sentimiento; una perspectiva; un entendimiento profundo y un parentesco con la abundancia universal. Pero para la mayoría de nosotros, nuestra realidad financiera es parte de esa perspectiva general, y si nuestra realidad financiera está de-sincronizada por falta de dinero, entonces el sentirnos prósperos será algo difícil de hacer.

    Durante las últimas semanas hemos hablado mucho de cambiar nuestra forma de pensar para cambiar nuestro mundo. Cuando cambiamos la manera en la que pensamos y mantenemos un nuevo patrón de pensamiento, entonces algo se mueve y lo que antes parecía claramente imposible se mueve hacia el ámbito de las posibilidades. Sin embargo, antes de que cualquier cambio duradero pueda llevarse a cabo, tenemos que concientizarnos de nuestras creencias y emociones más profundas en cuanto a la riqueza. La mejor forma de hacer esto es entonándonos con el mundo a nuestro alrededor y honestamente preguntándonos porqué ciertas circunstancias están ocurriendo de la manera que lo están haciendo.

    Nuestras vidas son un espejo extraordinario de nuestro ser interior. Cuando vemos a nuestro alrededor y observamos honesta y constructivamente, sin reprendernos por lo que está sucediendo, sino simplemente reconociendo lo que es, comprendemos que lo que sucede en nuestras vidas es por una razón. Alguna dificultad o resistencia que estemos experimentando es sencillamente un mensaje de que esta es un área en la que debemos incrementar nuestra consciencia para permitir que lleguen la sanación y la transformación.

    Para la mayoría de nosotros hay una o dos áreas de las que recibimos las más grandes experiencias de aprendizaje. Para algunos serán las relaciones, para otros la salud, y para muchos de los que ahora estamos participando en el experimento de la prosperidad, son las finanzas. Esta es un área en la que generalmente experimentamos las dificultades más dolorosas, pasamos por las pruebas más difíciles, y donde alojamos nuestros más grandes temores.

    Lo que muchos no entendemos, sin embargo, es que sin importar lo difícil que parezca la situación, podemos elegir. En lugar de sentirnos desamparados y victimizados por lo que está sucediendo, podemos elegir tomar la experiencia como el proceso de sanación que realmente es. Cuando elegimos lo anterior, entonces el dolor que sea que estamos experimentando se transforma de inmediato en sabiduría en la que podemos apoyarnos de por vida.

    Para cambiar de pensamientos de carencia y limitación a pensamientos de abundancia y riqueza ilimitadas necesitamos desarrollar una perspectiva de prosperidad. Lo que es aun más importante, sin embargo, es aceptar que la circunstancia, sin importar lo gris, deprimente y pobre que pueda parecer, es una invitación al cambio. Es un regalo de sabiduría, de sanación de crecimiento. Pero antes de que puedas abrir este regalo y puedas experimentar la transformación que ofrece, tienes que estar dispuesto a ver lo que realmente es.

    Si casi no has visto cambio en los últimos sesenta y tantos días, toma un momento para ver a tú alrededor y pregúntate lo siguiente: ¿Has estado bendiciendo tu situación actual? ¿O la has estado maldiciendo? ¿Has aceptado el lugar en el que te encuentras ahora como un escalón necesario y vital? ¿O lo estás viendo como un lugar del que quisieras escapar? ¿Has expresado tu agradecimiento por lo que tienes a tu alrededor? ¿O te has quejado porque todavía está aquí y no ha cambiado? ¿Te has preguntado qué puedes aprender de esta experiencia? ¿O te has estado enfocando en preguntar porqué no se ha ido todavía? Cuando cambies la forma de ver tu circunstancia actual, cambiará. Pero mientras persistas en verla como algo malo, algo de lo que necesitas escapar, no cambiará.

    Pensamiento del Día:
    “Si estás topándote con dificultades financieras, es un reflejo que te dice que algo dentro de ti necesita ser revisado, que se necesita algún cambio. Puede ser que la sanación se requiera específicamente en el área de tu relación con el dinero o el poder, o puede ser algo totalmente diferente. Por ejemplo, podría ser un mensaje de que te necesitas alimentar más a ti mismo. Este proceso de aprendizaje interno puede o no requerir de tomar acciones externas pero siempre requiere que despiertes tu conciencia interna. Enfocado así, hasta una aparente crisis puede ser el regalo de sanación más grande de tu vida.” –Shakti Gawain

     Afirmación del Día:
    “Agradezco todo lo que hay en mi vida ahora mismo.”

    La oración es una práctica poderosa. Abre las puertas, crea avenidas para que el bien ilimitado de Dios fluya a toda vida. Al orar juntos, nuestros corazones y nuestras mentes se unen. Nos vinculamos a un nivel espiritual. Cada oración es una bendición para nosotros y para todas las personas que están en nuestros corazones.

    Entramos ahora a un momento de comunión callada con Dios … Somos uno con Dios. Somos uno con la paz infinita. En estos momentos fervorosos, abrimos nuestros corazones a una conciencia sagrada de Dios en nosotros. Nuestra conciencia se profundiza, calmando nuestras mentes y aliviando nuestras almas. Dejamos ir cualquier preocupación al entrar a una unidad consciente con Dios. Una paz profunda llena cada parte de nuestro ser.

    Descansamos en el silencio … sentimos completa paz … amor incondicional. Somos uno con lo Infinito; entramos al silencio … La guía divina nos lleva a nuevas alturas de sabiduría y éxito. Con mentes armonizadas con el Espíritu, nuestra comprensión aumenta. Vemos con ojos nuevos. Estamos atentos a la guía divina y permitimos que nuevas visiones de éxito tomen forma en nosotros. Recibimos claridad, inspiración y ánimo.

    Atentos al silbo apacible y delicado en nosotros, sabemos qué hacer. Tenemos el valor de actuar según esta inspiración, la motivación para creer en nuestros sueños y la fortaleza para llevarlos a cabo. Elevando nuestra visión a nuevas alturas, oramos … Somos seres sanos y sagrados, expresiones de perfección divina.

    Acción del Día: 

    1. Lee tu Plan de Negocio para la Prosperidad y las once cosas de tu lista de agradecimientos. 
    2. Toma un momento para pararte firmemente con un brazo alzado hacia el cielo, el puño firme como si te estuvieras agarrando de la mano de Dios. Ahora, ya sea verbal o mentalmente repite “Con Dios por Testigo declaro: hoy SOY poderoso, hoy SOY valiente, hoy SOY fuerte, hoy ESTOY libre de miedos, hoy TRIUNFO en todo lo que hago, hoy PROSPERO y VIVO cada momento de este día abrazando mi verdadera naturaleza, SIENDO la persona que estoy destinada a ser. ESTA ES MI VERDAD.” Nota: Lleva siempre en tu bolsa o cartera la tarjeta que escribiste con estas líneas para que la puedas leer cuando sientas dudas o cuando tengas miedo. Y como antes, cada vez que repitas esta afirmación, repite las palabras con la mayor emoción y sentimiento posible, dedicándole cuando menos un minuto a imaginar cada aspecto de tu vida como lo quieres. 
    3. Coloca tu cuota de dinero del día de hoy en tu contenedor y lee la afirmación que está en el contenedor tres veces. Espera recibir algo en regreso. 
    4. Bendice a todos los que están a tu alrededor, incluyendo a los otros participantes en este experimento. Imagina como aquellos a quienes bendices prosperan y se rodean del bien. Entonces bendícete a ti mismo e imagina lo mismo. Puedes continuar bendiciendo a la persona o personas en tu lista de bendiciones.
    5. Lee todas las bendiciones que recibes. Tus bendiciones están haciendo una diferencia. El leer las respuestas te dará la oportunidad de verlo por ti mismo.
    6. Termina la actividad 6 del día 65