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Día 58 

    ¿Has estado pensando mucho últimamente en lo que quieres? ¿Te has preguntado cuándo se van a realizar finalmente tus sueños? ¿Estás dedicando tiempo cada día a pensar en lo linda que va a ser tu vida una vez que tengas lo que deseas? Si es así, necesitas detenerte ahora mismo. Así es. Detente. Ahora.

    Mira, mientras te enfoques en lo que no tienes todavía, pero que aun quieres, estás enviando una señal al Universo que dice que lo que quieres no ha llegado. Y como esa es la señal que estás enviando, eso es lo que el Universo continuará enviándote. No es que el Universo esté reteniendo algo. Simplemente te refleja tu energía de regreso. Y aunque conscientemente no es lo que quieres, la energía que mandas repetidamente está diciendo “Mantenme en espera, por favor.” Y el Universo lo hace.

    Así es que no pienses en tener lo que deseas. Es más, no pienses en lo que quieres para nada. Mejor comienza a pensar desde lo que quieres. Si no lo entendiste la primera vez, lee las últimas dos oraciones de nuevo. Nota la diferencia que hace una palabra. Es una diferencia muy grande. Mientras pienses en lo que quieres, estás afuera viendo hacia adentro, como un niño viendo desde la ventana de afuera de una dulcería. Cuando comienzas a pensar desde lo que quieres, mentalmente entras en la tienda; saca el dulce de la caja, sostenlo en tus manos y prueba su dulzura en tus labios.
    Experimenta el dulce. Ve la diferencia. Tienes que hacer el cambio mental de ser un observador a ser un experimentador. Y lo haces cuando cambias de “pensar acerca de” a “pensar desde”.

    Una de las formas en las que puedes hacer esto es jugando el juego de “¿Recuerdas cuando…?”. Para jugarlo, todo lo que tienes que hacer es pensar en que ya tienes lo que deseas y entonces imagina que discutes tu sueño vuelto realidad desde la perspectiva de que ya sucedió. Imagina como se siente ya tenerlo y entonces imagina una conversación con alguien cercano donde dices algo como: “¿Recuerdas cuando no tenía….? ¿Recuerdas cuando estaba yo batallando para sobrevivir?”

    Si te está costando trabajo pagar tus deudas en este momento, podrías decir, “¿Recuerdas cuando ni siquiera podía pagar mis facturas a tiempo? Y ahora tengo todo el dinero que necesito para todo lo que necesito.” Si deseas una nueva relación, puedes decir, “¿Recuerdas cómo era mi vida antes de que la conociera? Y ahora no me imagino no tenerla en mi vida.” Si quieres una casa nueva, puedes decir, “¿Te acuerdas de aquel pequeño departamento donde vivíamos? Y ahora que tengo esta hermosa casa ¡la disfruto tanto!”

    Las oraciones de “¿Recuerdas cuando…?” funcionan porque automáticamente mueven tu perspectiva de pensar en a hablar desde, generando que mentalmente te coloques en una posición de ver hacia atrás como si tu actual situación fuera el pasado. Al hacerlo, estás colocando una distancia entre tú y lo que sea que pudiera ser, mientras que al mismo tiempo te mueves mucho más cerca a lo que quieres ser.

    No te quedes atrapado en pensamientos de “Nunca va a suceder,” o “Quizá no me lo merezco.” Eso te vence. Mejor sencillamente muévete a una posición de “desde” y mira hacia atrás a tu situación actual como si fuera el pasado. Al hacerlo, permites que tu imaginación piense que algo es verdad. Y antes de que lo sepas, así será.

    Lo que sea que quieres, ya sea una cosa, una circunstancia, una relación – lo que sea – tienes la posibilidad de poseerlo en tu mente, de usarlo en tus pensamientos como si lo estuvieras usando en tu realidad física. Te puedes mover ahí, y desde esa posición de ventaja, puedes mirar hacia atrás y mirar tu mundo. Puedes sentir la satisfacción que obtienes de mirar desde ahí; revélate en alegría, siente la tranquilidad, la libertad de estar donde perteneces.

    Haz esto consistentemente, sin permitir que pase un día en que no te muevas hacia donde quieres estar. Permítete pensar desde tu sueño antes de irte a dormir cada noche y después cada mañana al despertar piensa de nuevo. Hazlo, y te prometo esto: No hay poder en la tierra que evite que se convierta en la nueva realidad que estás creando.

    Pensamiento del Día: 
    Porque si pudiera encontrar algo más sencillo que decirles que lo que les he dicho, sería lo siguiente: entrar en el estado y no simplemente pensar en el estado. Pensar desde es diferente que pensar en. Debo de aprender a pensar desde. -Neville Goddard

    Afirmación del Día:
    “Ahora vivo la vida que alguna vez únicamente imaginé. ¡Mi sueño vuelto
    realidad! La puedo ver. La creo. ¡La vivo ahora! “

    El árbol que supo quien es

    En algún lugar que podría ser cualquier lugar, y en un tiempo que podría ser cualquier tiempo, un hermoso jardín con manzanos, naranjos, perales y bellísimos rosales, todos ellos felices y satisfechos.

    Todo era alegría en el jardín, excepto por un árbol profundamente triste. El pobre tenía un problema: ¡No sabía quién era!

    Lo que le faltaba era concentración, le decía el manzano: «Si realmente lo intentas, podrás tener sabrosísimas manzanas, ¡mira que fácil es!»

    “No lo escuches”, exigía el rosal. «Es más sencillo tener rosas y ¡observa qué bellas son!»

    Y el árbol desesperado, intentaba todo lo que le sugerían, y como no lograba ser como los demás, se sentía cada vez más frustrado.

    Un día llegó hasta el jardín el búho, la más sabia de las aves, y al ver la desesperación del árbol, exclamó:

    «No te preocupes, tu problema no es tan grave, es el mismo de muchísimos seres sobre la Tierra.

    Yo te daré la solución… No dediques tu vida a ser como los demás quieran que seas. Sé tú mismo, conócete… y para lograrlo, escucha tu voz interior.»

    Y dicho ésto, el búho desapareció.

    «¿Mi voz interior?… ¿Ser yo mismo?… ¿Conocerme?…»

    Se preguntaba el árbol desesperado, cuando de pronto, comprendió. Y cerrando los ojos y los oídos, abrió el corazón, y por fin pudo escuchar su voz interior diciéndole:

    «Tú jamás darás manzanas porque no eres un manzano, ni florecerás cada primavera porque no eres un rosal. Eres un roble, y tu destino es crecer grande y majestuoso. Dar cobijo a las aves, sombra a los viajeros, belleza al paisaje… Tienes una misión: ¡Cúmplela!»

    Y el árbol se sintió fuerte y seguro de sí mismo y se dispuso a ser todo aquello para lo cual estaba destinado.

    Así, pronto llenó su espacio y fue admirado y respetado por todos.

    Y sólo entonces el jardín fue completamente feliz.

    Yo me pregunto al ver a mi alrededor, ¿Cuántos serán robles que no se permiten a sí mismos crecer?…

    ¿Cuántos serán rosales que por miedo al reto, sólo dan espinas?…

    ¿Cuántos, naranjos que no saben florecer?

    En la vida, todos tenemos un destino que cumplir y un espacio que llenar.

    No permitamos que nada ni nadie nos impida conocer y compartir la maravillosa esencia de nuestro ser.

    ¡Nunca lo olvidemos!

    Acción del Día: 

    1. Lee tu Plan de Negocio para la Prosperidad y las once cosas de tu lista de agradecimientos. 
    2. Toma un momento para pararte firmemente con un brazo alzado hacia el cielo, el puño firme como si te estuvieras agarrando de la mano de Dios. Ahora, ya sea verbal o mentalmente repite “Con Dios por Testigo declaro: hoy SOY poderoso, hoy SOY valiente, hoy SOY fuerte, hoy ESTOY libre de miedos, hoy TRIUNFO en todo lo que hago, hoy PROSPERO y VIVO cada momento de este día abrazando mi verdadera naturaleza, SIENDO la persona que estoy destinada a ser. ESTA ES MI VERDAD.” Nota: Lleva siempre en tu bolsa o cartera la tarjeta que escribiste con estas líneas para que la puedas leer cuando sientas dudas o cuando tengas miedo. Y como antes, cada vez que repitas esta afirmación, repite las palabras con la mayor emoción y sentimiento posible, dedicándole cuando menos un minuto a imaginar cada aspecto de tu vida como lo quieres. 
    3. Coloca tu cuota de dinero del día de hoy en tu contenedor y lee la afirmación que está en el contenedor tres veces. Espera recibir algo en regreso. 
    4. Bendice a todos los que están a tu alrededor, incluyendo a los otros participantes en este experimento. Imagina como aquellos a quienes bendices prosperan y se rodean del bien. Entonces bendícete a ti mismo e imagina lo mismo. Puedes continuar bendiciendo a la persona o personas en tu lista de bendiciones.
    5. Lee todas las bendiciones que recibes. Tus bendiciones están haciendo una diferencia. El leer las respuestas te dará la oportunidad de verlo por ti mismo.