Como ya comentamos, la física cuántica explica que la energía – la substancia inteligente de la que está conformado todo el Universo – responde a nuestras expectativas. Nuestros pensamientos, como las manos en el barro, moldean la energía por medio de la presión de nuestros sentimientos y nuestras emociones, la energía entonces se convierte en materia o experiencia. Pocos nos beneficiamos al tener este conocimiento tan importante de cómo funciona el universo.
Atados por nuestras propias creencias limitantes, nos permitimos crear hasta un punto limitado en nuestras vidas y luego damos un paso atrás. Nos decimos que solo deberíamos y pedir tanto y no más. Nos decimos que los que están contentos con poquito son benditos y lo que piden más son ambiciosos, sin darnos cuenta que la dicha no sólo se encuentra en estar contentos con poco, sino en también estar dispuestos a pedir más.
Miren, el problema no es que estemos limitados, sino que tendemos a limitar nuestras vidas. Imagínense cuanto nos podríamos beneficiar si le dedicáramos cierta parte del día a solo buscar eliminar los límites mentales hacia lo bueno en nuestras vidas. Lo podríamos hacer sencillamente recordándonos que el campo de energía al que tenemos acceso continuo 24/7 (24 horas X 7 días) es ilimitado. El Universo es infinito, expansivo, y siempre responde. Los pensamientos, los sentimientos y las emociones que tenemos salen y lo que con ellos hemos creado entra. Así es. No habría nada aquí si no fuera así. ¿Te das cuenta de que no importa cuánto bien experimentes hoy, hay más disponible para mañana y para el siguiente día y el siguiente y el siguiente? No tienes porqué elegir una pequeña cantidad y decir “Es suficiente.” Puedes pedir una cantidad masiva y esperar que te llegue más de lo que pediste. Necesitamos aprender a soltarnos, soltar nuestras ideas preconcebidas de las cantidades limitadas que pensamos que nos merecemos y que deberíamos tener y que podríamos tener y que quizá tendríamos y que pudiéramos tener. Necesitamos aprender a PEDIR y a RECIBIR sin reservas, abriendo nuestros brazos y nuestras mentes y nuestros corazones al Universo para permitir que el bien fluya hacia nosotros. Necesitamos darle la bienvenida a lo BUENO. Necesitamos abrazar todo lo BUENO. Amar lo Y estar muy agradecidos por lo BUENO en nuestras vidas. Y mientas lo hacemos, las puertas para todo lo BUENO se abrirán aun más. La razón por la cual los ricos se vuelven más ricos y los pobres más pobres es porque, cuando menos en cierto nivel, los ricos entienden esto. Entienden que los que son realmente prósperos están abiertos tanto a pedir como a recibir y entonces prosperan. Y los que son pobres creen que no hay suficiente para todos y así se mantienen aprisionados por la carencia que constantemente reafirman en sus vidas. Nada es demasiado bueno a menos de que así lo pienses. El universo te espera y te dará lo que le pidas. Pero solo puede darte lo que estés dispuesto a recibir. Y eso, en gran medida, será determinado por lo que creas que te mereces recibir. Y deja que te diga aquí y ahora: Te mereces recibir TODO lo que desees. Lo que quieras recibir, tú te lo mereces. No importa qué tan locos le puedan parecer tus sueños a los demás, si lo puedes soñar, tú te lo mereces. No importa cuan imposible parezca, si el deseo es lo suficientemente fuerte para que lo pidas, entonces tú te mereces que esto sea posible para ti. Te mereces milagros. Te mereces todo el BIEN ilimitado e incondicional. Naciste mereciendo. No podrías cambiar lo que mereces aunque lo trataras. Te mereces el BIEN infinito porque estás diseñado para ser alguien que DA y no puedes dar lo que no tienes. El dar infinito debe de estar precedido por el recibir infinito. Así es. Y hasta que aprendas a recibir sin reservas, nunca, nunca más podrás dar sin reservas. Y nada en la tierra te hace sentir más conectado con la Unidad del Todo como dar sin reservas. Para eso naciste. El dar y recibir libremente son parte de tu constitución espiritual tanto como el inhalar y el exhalar son parte de tu constitución física. Es por esta necesidad interior que el bien ilimitado está esperando derramarse encima de ti. Tolo lo que tienes que hacer es permitirlo. Y el que te diga otra cosa solo está hablando desde su sistema de creencias limitadas y no estás obligado a escuchar. Así es que bendice a esa persona y deja que sus palabras pasen. Y entonces ábrete a recibir todo lo bueno. Y mientras lo haces, aclara tus pensamientos afirmando: “Me merezco todo lo que sueño con tener y elijo aceptarlo ahora, sabiendo que vendrá acompañado de un flujo de bien aun mayor. Mi bien fluye a través de mí, expresándose a mí alrededor, y multiplicándose continuamente. Mi bien no conoce límites.”
Pensamiento del Día:
“Si logras hacer que cada pizca de creencia de que la riqueza es limitada se vaya, tu atracción hacia la riqueza repentina y automáticamente se irá de moderada, limitada, suprimida a una poder absoluto, y las oportunidades, el dinero y las riquezas fluirán en mayores cantidades a una mayor velocidad nunca antes experimentadas.” -Dan Kennedy
Afirmación del Día:
“ME MEREZCO todo lo que deseo y más y más y MÁS.”
Acción del Día:
- Lee tu Plan de Negocio para la Prosperidad y las once cosas de tu lista de agradecimientos.
- Toma un momento para pararte firmemente con un brazo alzado hacia el cielo, el puño firme como si te estuvieras agarrando de la mano de Dios. Ahora, ya sea verbal o mentalmente repite “Con Dios por Testigo declaro: hoy SOY poderoso, hoy SOY valiente, hoy SOY fuerte, hoy ESTOY libre de miedos, hoy TRIUNFO en todo lo que hago, hoy PROSPERO y VIVO cada momento de este día abrazando mi verdadera naturaleza, SIENDO la persona que estoy destinada a ser. ESTA ES MI VERDAD.” Nota: Lleva siempre en tu bolsa o cartera la tarjeta que escribiste con estas líneas para que la puedas leer cuando sientas dudas o cuando tengas miedo. Y como antes, cada vez que repitas esta afirmación, repite las palabras con la mayor emoción y sentimiento posible, dedicándole cuando menos un minuto a imaginar cada aspecto de tu vida como lo quieres.
- Coloca tu cuota de dinero del día de hoy en tu contenedor y lee la afirmación que está en el contenedor tres veces. Espera recibir algo en regreso.
- Bendice a todos los que están a tu alrededor, incluyendo a los otros participantes en este experimento. Imagina como aquellos a quienes bendices prosperan y se rodean del bien. Entonces bendícete a ti mismo e imagina lo mismo. Puedes continuar bendiciendo a la persona o personas en tu lista de bendiciones.
- Lee todas las bendiciones que recibes. Tus bendiciones están haciendo una diferencia. El leer las respuestas te dará la oportunidad de verlo por ti mismo.
- Sigue con el ejercicio del día 54