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Día 21

    ¡Felicidades! Ya llevas 21 días. Esta es la cantidad de tiempo que muchos expertos consideran necesaria para crear un nuevo hábito. Esto por supuesto significa que en los últimos 21 días has logrado crear el hábito de pensar más prósperamente.

    Así es que hoy comenzaremos con un nuevo hábito: El hábito del agradecimiento. Aunque hemos estado girando alrededor del agradecimiento los últimos 21 días, hoy vamos a intentar enfocarnos en ser agradecidos, porque entre más nos enfoquemos en cuan agradecidos estamos, más encontramos para estar agradecidos.

    Así es que hoy quiero que hagas una lista de diez cosas por las cuales estás increíblemente agradecido; cosas que creas que han hecho una gran diferencia en tu vida; cosas que te hacen sentir felicidad, paz y amor; cosas que te convencen que vale la pena vivir esta vida; cosas que a diario te aseguran que la bondad está viva y sana en el Universo y que todo está como debe de estar.

    Una vez que hayas hecho tu lista, colócala con tu Plan de Negocio para la Prosperidad y léela a diario. Si deseas, le puedes agregar cosas, o le puedes hacer cambios si los consideras necesarios, pero asegúrate de que tu lista contenga cuando menos diez cosas diferentes por las que estés agradecido. Estas diez bendiciones, leídas a diario por el resto del Experimento de la Prosperidad, serán las piedras angulares sobre las que se construirá tu vida próspera, así es que elígelas bien.


    Pensamiento del Día:
    “El agradecimiento puede hacer que un día, hasta cambie una vida. Tan solo es necesario tu deseo para ponerlo en palabras.” –Margaret Cousins

     Afirmación del día:

    “Estoy muy agradecido por todo lo que tengo”

    En su blog, “Conversaciones con Dios”, el autor Neale Donald Walsch recientemente escribió:

    Si estuvieras siempre alegre, también te sentirías lleno de amor todo el tiempo. No hay forma de que esto no fuera así. Claro, puede ser que digas, ‘pero ¿cómo puede alguien estar alegre todo el tiempo? Mira como está el mundo a nuestro alrededor’. Lo importante es ver al mundo tal cual es – como verdaderamente es – y no como aparenta ser.

    Como ES y no como APARENTA ser, es como Dios ve al mundo, y así Dios siempre está completamente alegre, y eso hace que Dios sea amor.

    Ya que Dios es amor total, Dios lo acepta todo – porque el amor puro no rechaza nada. El amor puro es incondicional. Es más, todo el amor es incondicional.

    Cualquier cosa que no sea eso, no es amor, sino una versión falsa de ello. Ya que el amor es incondicional, lo acepta todo. Y lo hace sin hacer un solo juicio de valor.

    No dice que una cosa es buena y luego que otra cosa es mala. Una cosa simplemente es. Esto es lo que se llama “esencia del ser” en Conversaciones con Dios, y la “esencia del ser” no tiene una parte buena y una mala.

    Donde nos metemos en problemas en nuestras vidas es cuando etiquetamos las cosas como buenas o malas. Hacemos juicios de valor, y esos juicios crean una enorme dificultad por muchas razones – una de ellas es que las cambiamos constantemente.

    Un día llamamos una cosa buena y al día siguiente llamamos la misma cosa mala, dependiendo de cómo es que esa cosa nos sirve o no.

    Déjame darte un ejemplo.

    La lluvia.

    Un día decimos ‘qué bueno que llueva’, y al día siguiente decimos, ‘qué mal que llueva’. Todo depende de si veo llover o me mojo cuando llueve.

    Matar es otro ejemplo. Pensamos que sabemos cuándo está Bien o Mal matar; pero la verdad es que no podemos decidirnos hasta que sabemos y entendemos para qué se mata. Matar, por ejemplo, es algo que se considera como malo, pero la mayor parte de la gente y las sociedades están de acuerdo en que matar en “defensa propia” no es tan malo. Así que encontramos una nueva palabra. Puede que sea, decimos, “algo necesario”.

    Eso significa que es necesario que hagamos lo que queremos hacer. Por esta forma de razonamiento es que llamamos a todos los ataques, defensas. Así podemos justificarlos moralmente. Sin embargo, ¿qué pasaría si nada en el mundo tuviese que justificarse moralmente?

    Este es el Estado en el que vive Dios. Porque Dios no siente la necesidad de justificar (o condenar) nada moralmente; Dios acepta. Pero, ¿cómo puede estar Dios en tal lugar? Es sencillo. Ya que Dios está en el Todo en Todo, nada puede lastimar, dañar o destruir a Dios. Y ya que nada puede lastimar, dañar o destruir a Dios, Dios no tiene la necesidad de juzgar. Por lo tanto, en la experiencia de Dios, una cosa simplemente es.

    Si verdaderamente deseamos experimentar lo que es Dios, comenzaremos por quitarnos nuestros juicios de todo.

    Una vez que nos hayamos convertido (como Dios) en aceptación total, nos moveremos al siguiente nivel de Dios, que es el de bendecirlo todo.

    Aquí es donde Dios vive todo el tiempo. Dios no sólo acepta lo que “es” cada momento, Dios lo bendice.

    Bendecir algo significa que le des tu mejor energía. Tus pensamientos más elevados. Tus deseos más grandes.

    Le mandas buena energía a algo cuando lo bendices – y esto es algo físico que estás haciendo, no sólo algo conceptual o filosófico.

    La energía de la vida puede moverse, manipularse y esto lo hacemos todo el tiempo con nuestros pensamientos. También lo hacemos con nuestras palabras y acciones.

    Con esto creamos y co-creamos con otros, nuestras experiencias individuales y colectivas. Literalmente estamos produciendo el mundo a nuestro alrededor.

    Sin embargo, nadie que dice que quiere cambiar el mundo – ni los líderes políticos ni religiosos hablan mucho en estos términos. Los líderes políticos no hablan acerca de sus creencias para nada, y los líderes religiosos hablan en términos de hacer que la gente cambie sus creencias, e insisten en que ellos mismos son los que tienen las creencias correctas.

    Entonces niegan que esto es, precisamente, lo que hace que el mundo sea un lugar tan peligroso.

    Ahora, el verdadero Maestro bendice todo esto, no lo condena. Y al hacerlo, el verdadero Maestro lo transforma, ya que el impacto de su energía de bendiciones cambia la energía de la condición en sí. Es por esto que bendecir, y nunca condenar, es el secreto espiritual más grande que hay.

    Es por lo que todos los Maestros han dicho, cada uno en su propia forma y en sus propias palabras, no juzguen ni condenen. Ya que lo que juzgas, te juzga y lo que condenas, te condena y lo que bendices, te bendice.

    Acción del Día:

    1. Haz tu nueva lista de diez cosas por las que estás agradecido y modifica tu plan de negocios. 
    2. Lee nuevamente tu Plan de Negocio para la Prosperidad. Coloca tu cuota de dinero del día de hoy en tu contenedor y lee la afirmación que está en el contenedor tres veces.
    3. Bendice a todos los que están a tu alrededor, incluyendo a los otros participantes en este experimento. Imagina como aquellos a quienes bendices prosperan y se rodean del bien. Entonces bendícete a ti mismo e imagina lo mismo. Puedes continuar bendiciendo a la persona o personas en tu lista de bendiciones.
    4. Busca alguna situación particular dentro de lo que sucede en el Mundo,  a tu alrededor, en tu comunidad, algun vecino. Alguna situación particular que consideres especialmente negativa. Bendice el bien dentro de esa situación, bendice cada vez que oigas de ella, bendice a los actores, bendice a las personas que lo comentan. Bendice el bien dentro de esa situación y pide ver el bien manifestado. Bendice y visualiza que recibes noticias milagrasas sobre ese hecho.

    “Al bendecir, reconozco que Dios está en mí”

    “Bendecidos sean todos los corazones que se pueden doblar; porque ellos nunca se romperán”– Albert Camus