La mayoría de nosotros le dedicamos mucho tiempo al ayer y al mañana. Pasamos tanto tiempo quejándonos de las cosas que nos han sucedido o que tememos que nos sucedan, que a menudo negamos este momento particular por completo.
Y en realidad, ahora mismo es el único momento que tenemos. Hace un momento, por ejemplo, abriste el mail para leer este mensaje. Ese momento ya se fue y no hay nada que puedas hacer para revivirlo. Y antes de que termines de leer esta frase, estarás en el futuro.
En verdad, el único momento que puedes conocer es AHORA MISMO. Este es el que cuenta. Este es tu bendito momento.
Es muy probable que en este momento tu cuerpo físico esté descansando en una silla cómoda o que estés sentado frente a tu escritorio. Y la mente consciente y el inconsciente en cambio están leyendo y digiriendo estas palabras. Pero como el inconsciente no entiende del tiempo, no pone atención al tiempo que te está tomando leer esto.
Esto es porque el tiempo no es más que una construcción mental que utilizamos para movernos en el espacio. Nuestra mente subconsciente no lo conoce, no lo entiende, y no se alinea con él. Nuestra mente subconsciente solo sabe y entiende del AHORA.
Sin embargo, la mente consciente considera que el tiempo es real y a menos que esté entrenada de manera diferente, considera que se tiene poco de él. Va y viene, entre el pasado y el futuro y de regreso, deteniéndose rara vez a examinar el momento presente y eligiendo, en vez, ir corriendo de un pensamiento al siguiente de manera desordenada.
Mientras que el subconsciente se queda en el AHORA, la mente consciente es libre para moverse y divagar como un niño rebelde y a menos que le enseñemos a que se aquiete, eso es lo que hará. Esta rebeldía, cuando se topa con el subconsciente que quiere mantenerse en el presente, puede causar una batalla mental que nos deja al final del día sintiéndonos exhaustos y llenos de tensión. Habiendo pasado los días luchando para atravesar por el desorden y los escombros de nuestros pensamientos pasados y futuros, no nos debería sorprender que con frecuencia sintamos que se nos está yendo la vida así nada más.
Y como le estamos prestando tan poca atención, realmente se nos está pasando “así nada más”.
Entonces, ¿cómo evitar que la mente consciente se comporte de manera rebelde? La clave está en aprender a enfocarnos por completo en lo que estamos haciendo cada momento.
Prestándole atención al AHORA. Primero, debemos decidir que sin importar lo que esté pasando, le daremos nuestra completa atención al AHORA, y después nos comprometeremos con esa decisión. Bendecimos cada momento decidiendo estar completamente presentes en él.
Esto no es tan difícil como pudiera parecer, pero sí toma algo de práctica. Al darle al momento presente la debida atención, pronto verás los resultados al tener un pensamiento más claro, mayor originalidad, y lograrás más sin sentirte tenso o fatigado.
Al centrar tu pensamiento y tu energía emocional en un solo punto, te sentirás renovado, regenerado y sentirás que naciste de nuevo. No estarás viviendo en el pasado; no estarás corriendo hacia el futuro. Estarás viviendo AHORA MISMO, en este momento precioso, eterno y siempre-presente.
Esto no significa que no puedas hacer planes para el futuro o que no debas recordar el pasado. Simplemente significa que cuando hagas cualquiera de las dos cosas, lo hagas totalmente consciente de lo que estás haciendo: planeando o recordando. Conscientemente te aventuras en el pasado o el futuro en lugar de ser arrastrado hasta allá por una mente desordenada.
Ejercicio del Día de hoy:
Ya que el tiempo es un concepto mental creado por ti, puedes crear tanto como necesites. El Universo nunca está de prisa, así es que, ¿para qué vas de prisa tú? Así como esta mañana, el sol saldrá en tiempo mañana también.
Mira cualquier calendario para ver cuándo se espera que aparezca de nuevo la luna, y puedes estar seguro de que aparecerá en el horizonte en el momento en el que se indicó. Todo lo que ves en el Universo, funciona con una precisión majestuosa, ordenada, callada. Tú también puedes.
No es necesario andar de prisa. Tienes todo el tiempo del mundo. Sólo necesitas restringir tu mente para recordar esta verdad.
Para hacer esto, inhala profundamente y centra tu mente por completo en este momento. Esto es generalmente algo sencillo de hacer por unos cuantos segundos, y de repente otros pensamientos asaltan tu mente pidiendo atención.
No te preocupes. Esto normal. En cuanto sientas que te estás yendo del momento presente, de manera gentil záfate del patrón de pensamiento que te está evitando estar en el presente y regresa a este momento. No importa qué pensamientos estén demandando tu atención, acállalos de nuevo regresando al aquí y ahora.
Ahora, a lo largo del día, cuando te des cuenta de que tus pensamientos divagan de lo que estás haciendo en ese preciso momento, regrésalos gentilmente, así como hiciste en esta mini-meditación.
Sé completamente consciente de lo que estás haciendo mientras lo estés haciendo. Si estás lavando platos, por ejemplo, pon toda tu atención en ello. Siente la sedosidad de la tibia agua jabonosa. Siente como rechinan los platos de limpios a medida que los lavas. Comprométete por completo con lo que estás haciendo. Sé reverente con ello. Hónralo al prestarle toda tu atención.
Al principio puede que sea un poco difícil. Puede ser que te aventures al pasado o al futuro durante varios minutos antes de que te des cuenta de que has abandonado nuevamente el presente. Puede ser que hayas comenzado a hacer otras cosas en tu mente en lugar de prestarle atención a lo que estás haciendo ahora. Hasta puede ser que dejes de hacer lo que estás haciendo físicamente para hacer algo más.
Cuando esto suceda, sencillamente regresa a tu consciencia total y tu ser físico al momento presente e imagina que estás llenando este momento perfecto y esta acción perfecta con luz y amor y paz. Al bendecirlo así, estarás entrenando tu mente para honrar lo sagrado de cada momento y cada acción.
De nuevo, no te preocupes ni te reclames cuando tu mente divague. A medida que continúes con esta práctica, te darás cuenta de que tu mente divaga menos tiempo y tu consciencia crece estando más entonada con el momento en el que estás. Por ahora, solo bendice el momento y regresa tu atención a él tan pronto como descubras que estás divagando.
Afirmación del Día:
“Ya tengo todo lo que necesito
Acción del Día:
- Lee nuevamente tu Plan de Negocio para la Prosperidad.
- Coloca tu cuota de dinero del día de hoy en tu contenedor y lee la afirmación que está en el contenedor tres veces.
- Bendice a todos los que están a tu alrededor, incluyendo a los otros participantes en este experimento. Imagina como aquellos a quienes bendices prosperan y se rodean del bien. Entonces bendícete a ti mismo e imagina lo mismo. Puedes continuar bendiciendo a la persona o personas en tu lista de bendiciones.
La frase del día:
“Si estás esperando algo para poder vivir y amar sin límites, entonces sufrirás. Cada momento es el momento más importante de tu vida. Ningún tiempo futuro es mejor que ahora para bajar la guardia y amar”.– David Deida